viernes, 29 de diciembre de 2017

Ascenso a la Bola del Mundo.

Andrea Rico Montaña 1ºH

Llega el invierno, y con él la nieve. ¿Qué mejor experiencia que subir a la bola del mundo? A mi mejor amiga y a mí, nos picó la mosca detrás de la oreja, y tras investigar las rutas y el acceso en transporte público, decidimos empacar bocatas, enfundarnos nuestros gorros, guantes y botas y ponernos en marcha hacia la aventura.
- Tras la odisea de dos horas en el transporte público, llegamos caminando al puerto de esquí de Navacerrada. Habíamos encontrado nada más llegar lo que íbamos buscando... ¡Nieve! Como niñas comenzamos a amasar las porciones de cielo blancas y a lanzarlas al aire. Continuamos ascendiendo, prestando especial atención a las señalizaciones pintadas en la roca, y pasito a pasito, resbalón a resbalón (había zonas con una fina capa de hielo), llegamos a la cima. 
La satisfacción y la alegría que se generan en ese momento son indescriptibles, esa sensación de vitalidad y de fatiga que terminan en un resoplo, y una sonrisa. 
- Más breve de lo que esperábamos, pero más intensa de lo que nos imaginábamos, pasamos juntas un fantástico día en el puerto de Navacerrada. Lo cierto es que yo ya había hecho antes esa ruta, pero siempre acompañada de mi familia y compañía, y nunca me había enfrentado al reto de ir sola con mi amiga, sin nadie que nos guiara. Por primera vez, hicimos por nuestra cuenta una excursión de senderismo y, aunque tuvimos algunos contratiempos, fuimos capaces de resolverlos de manera que no afectaron al paseo, y pasamos un asombroso día. 

Me he dado cuenta que, definitivamente, el deporte y la naturaleza, son una de las cosas que más me llenan. Si además, vienen de la mano de buena compañía, pocas cosan lo pueden superar.
Este año, por Navidad, en vez de regalos, le pediré a Papá Noel, más experiencias así.

¡De momento mi regalo será esta foto desde la cima!





martes, 19 de diciembre de 2017

Clases de refuerzo de Matemáticas

Marcos Zubimendi (1º H)
Hoy a día 14/12/2017 he tenido la primera clase de refuerzo de matemáticas que nosotros, los alumnos de 1º Bachillerato Internacional, impartimos a niños de 1º/2º ESO que tengan problemas con esta asignatura.
Al principio hemos quedado con Almudena, la profesora que coordinaba esta actividad, en el edificio A del instituto para poder conocer a los niños a los que íbamos a dar clase durante todo el año. Después de conocer a los niños, hemos ido a un aula en la que hemos estado todos juntos. Antes de empezar con la clase propiamente dicho, hemos estado unos momentos hablando para podernos conocer mejor, cuáles eran sus puntos fuertes y aquellos en los que se necesitaba mejorar, y para que la situación no fuese muy forzada, ya que la primera vez que das clase con alguien puede ser algo complicado.
La clase la he organizado independientemente a cada niño que tenía. Hoy se ha dado el caso de que los niños de una compañera no han venido a la clase y uno de los niños, se ha ido con ella y me podido quedar para dar la primera clase a una chica, Adriana. Al comenzar a hacer los ejercicios no hemos seguido el índice del libro, sino que nos hemos ido directamente a las partes en las que se encontraba algo más perdida y necesitaba de ayuda para comprender y no equivocarse al hacer los ejercicios. Hemos empezado con las potencias, operaciones con potencias y notación científica, luego para que fuese cogiendo algo más de agilidad en las cuentas hemos dado un repaso a las operaciones con números enteros, jerarquía de las operaciones, los signos y operaciones combinadas.
La verdad es que el tiempo que he dado clase se me ha pasado volando, ya que estaba disfrutando de estar con Adriana y poder ayudarle en todo lo que necesitara y en lo que tuviese dudas. La sensación que te transmite el ser capaz de compartir tus conocimientos sobre un área y así poder ayudar a otras personas que no tengan tanta fluidez en hacer los ejercicios es inconmensurable y no se puede expresar del todo con palabras.
Te sientes contento por ayudar a otras personas, por poder hacer que no sientan decepción al hacer las pruebas y que el año escolar sea más fácil para ellos. Creo que la sensación más parecida es como sentirse una especie de hermano mayor. Cuando compartes todo lo que sabes, todos los trucos que tienes para hacer las cosas, sientes una satisfacción contigo mismo, y esperas que los demás también se sientan de la misma manera.

En definitiva sólo la primera clase me ha encantado y eso que he tenido la sensación de que se me ha hecho muy corto el tiempo que he compartido con ellos. Estoy deseando que llegue la siguiente clase para poder revivir todas esas sensaciones que han causado en mí poder darles una clase de Matemáticas.

lunes, 18 de diciembre de 2017

Grupo de BI Ayuda (BI HAPPY)

El 24 de Noviembre del 2017, tuvo lugar una reunión de alumnos cuya finalidad era expresar nuestras inquietudes y problemas así como poder ayudar con propuestas de soluciones a los compañeros que comentasen sus preocupaciones.
Me pareció realmente interesante, ya que se trató de una reunión voluntaria hecha de alumnos para alumnos, en la que el respeto y la seriedad fueron dos de las características principales, en una atmósfera de comodidad y completa libertad de expresión. También me sorprendió la madurez emocional de mis compañeros y su capacidad de empatizar, dos cualidades imprescindibles pero difíciles de encontrar actualmente.
Respecto a mi participación, intenté limitarme a escuchar en la mayoría de los casos, aunque me resultó satisfactorio poder compartir pensamientos interiores, así como poder aconsejar a mis compañeros, lo que me pareció una vía de uso de mis propios pensamientos y reflexiones para problemas ajenos a mí y a mis experiencias.
Por último me gustaría destacar la buena organización de la reunión, siendo realmente curiosas las preactividades antes de las declaraciones, como cambiarnos de sitio, o requisar los móviles.
Siento no poder escribir más reflexiones pero las cavilaciones hechas en la reunión son completamente confidenciales. A pesar de ello, adjunto un poema que define los sentimientos que tenía en su momento:
Las lágrimas que se estancan se pudren,
Si no fluyen rompen el molde,
El molde rompen y se hunden,
Las lágrimas se estancan si se esconden.

Manuel García

Excursión a la Pedriza


El pasado 25 de octubre fui de excursión con mis compañeros del instituto a hacer una caminata de 7 km por la sierra de Madrid. La actividad fue organizada por el departamento de educación física del ies Príncipe Felipe. La ruta consistía en subir al yelmo de la Pedriza.
Cuando se me planteó la oportunidad de hacer la ruta me pareció una actividad interesante, pero a la vez me dio un poco de miedo ya que era una ruta larga y con mucha pendiente.
Cuando llegamos al pie de la montaña y miré hacia arriba me sentí un poco impresionada y a la vez asustada por la experiencia que me esperaba. Empezamos a subir ilusionados cantando y hablando aunque el camino necesitaba cierta concentración, ya que estaba lleno de piedras y era muy fácil tropezarte. Al rato de subir comencé a sentirme cansada y agobiada, empecé a pensar que no podía conseguirlo incluso en que no debería haber ido sin embargo, cuando llegamos a la primera parada una sensación de felicidad me envolvió y empecé a estar más emocionada. La ruta continuó subiendo la montaña y parando de vez en cuando a descansar y a disfrutar de las vistas. Cuando llegamos al yelmo me sentí profundamente aliviada y eufórica, e sentí orgullosa de mí misma por haber conseguido llegar hasta arriba. Más tarde cuando terminamos de comer y descansamos un poco comenzamos a bajar, la bajada fue menos cansada pero más difícil porque había más posibilidades que te cayeses. Bajé poco a poco intentando no caerme, hubo un momento en el que pensé que el descenso no acababa nunca y fue en ese preciso instante cuando vi los autocares y me sentí muy aliviada.
En conclusión, la excursión a la Pedriza me pareció un reto que al final conseguí y que me hizo sentir orgullosa y alegre, y además me llevé una experiencia maravillosa y nuevas amistades que hice en el camino mientras nos apoyábamos unos a otros para conseguirlo.
Lucía Marcos

viernes, 1 de diciembre de 2017

Gran Recogida de Alimentos 2017

El viernes 1 de diciembre participé en la Gran Recogida de Alimentos en Madrid. Para realizar esta actividad pasé por las 5 etapas de CAS:

Investigación: Quiero realizar una actividad en el área de servicio de CAS ya que tras la última vez que participé en un voluntariado me quedé con ganas de más. Tanto como nuestro compañero Joaquín como nuestra coordinadora CAS comentaron al grupo que el primer fin de semana de diciembre se realizaría la gran recogida de alimentos. He mirado en la página web y parece una actividad interesante que puedo realizar. También he buscado centros cerca del barrio donde vivo y al final me he apuntado en el Sánchez Romero (el que está más cerca de casa).
Preparación: Tras apuntarme a través de la página web de la recogida de alimentos he intercambiado emails con Blanca de Cominges, la coordinadora de voluntariado del centro. En ellos hablamos de la tarea que debían realizar los voluntarios y las normas que había que seguir. Además de comentar los horarios y organización. Por ejemplo, los distintos roles que se distribuirían a los que colaboráramos.
Acción: Llegamos al supermercado a las 17.30h, nos pusieron los petos de voluntarios y nos entregaron las bolsas y folletos que debíamos entregar en la entrada. Nuestra tarea consistía en ofrecer uno de cada a todas las personas que entraran además de comentarles nuestra causa: necesitábamos que agregaran algún alimento no perecedero de más a su compra para luego más tarde entregárnoslo en la bolsa blanca. Ya que buscábamos personas que colaboraran con la campaña de Navidad de la Gran Recogida de Alimentos. Estuvimos hasta las 20.00h. Durante ese tiempo no solo entregamos bolsas y folletos sino que también ayudamos a pesar y organizar alimentos. Durante nuestro turno se recogieron 170kg y durante todo el fin de semana 720kg.

Reflexión: Me ha encantado esta actividad y sin duda volveré a repetirla el año que viene. Es cierto que no estábamos ayudando directamente a aquellas personas que no tienen qué comer, pero la tarea de concienciación es igual de importante para poder recoger alimentos. Me sentí muy útil ya que la mayoría de las personas que entraban nos escuchaban y acababan colaborando. También fue interesante estar de cara al público ya que había algunas personas maleducadas; sin embargo, aprendimos cómo reaccionar ante esa situación y mantener un espíritu y actitud positivas. Debo mencionar una anécdota que me dejó marcada:
Un chico joven entró con un amigo y cuando les ofrecimos la bolsa y el folleto dijeron que no gracias ya que "tenían prisa y llevaban el dinero justo". Asumimos que venían a hacer un recado o a comprarse la merienda y no le dimos importancia. Tras pasar por caja nos despedimos de ellos tal y como hacíamos con el resto de personas que salían del supermercado. Sin embargo, cuando se despidió del amigo, se quedó mirándonos desde fuera y volvió a entrar. Nos miró y nos dijo " bueno, ¿me contáis de que va?" refiriéndose a la campaña de Navidad. Con su propio dinero (lo sacó de la carcasa del móvil) pagó un paquete grande de galletas, arroz y un par de paquetes de pasta. 
Este chico colaboró más que la mayoría de clientes que habían estado entrando hasta el momento. Me hizo darme cuenta de que todas aquellas personas que nos habían contestado de mala manera y habían decidido no colaborar (siendo egoístas) se veían compensadas por personas como ese joven. Me dio esperanzas porque esta anécdota demuestra que, a pesar de que se considera a la sociedad como relativamente egoísta, aún existen un montón de personas que son generosas. Debemos centrarnos en lo positivo ya que la mayoría de las veces solo recordamos las anécdotas negativas. Por último, otra de las razones por las que me lo pasé genial fue porque conocí a gente con una pasión por el voluntariado increíble. Me motivó a realizar aún más voluntariado. ¡¡¡Espero con ansia el año que viene para apuntarme otra vez!!!
Demostración:
Foto del grupo de voluntarios en el supermercado.
Laia:)