No fue hasta las pasadas vacaciones de Semana Santa que la monté y no lo comparto con vosotros hasta ahora, pero, como dicen por ahí, más vale tarde que nunca.
El caso es que una mañana de vacaciones me puse a montarla con la ayuda de mi madre. Parecía una tarea sencilla. Tenía las herramientas, las piezas de la mesa y el manual de instrucciones, ¿qué podía salir mal? Bueno pues tras alguna que otra complicación y algún que otro momento de tensión finalmente conseguí montar mi nueva mesa.
Desde fallos de fábrica que te hacen plantearte si vas a tener que cambiar tu producto y meterte en ese embrollo hasta simples equivocaciones por malinterpretar las instrucciones.
Esta experiencia me hizo darme cuenta de que hasta la tarea más sencilla y puede complicarse. Por tanto siempre debes de estar preparado para cualquier cosa e improvisar lo mejor que puedas.
A pesar de todo el resultado fue satisfactorio y aquí os dejo algunas fotos tanto del proceso como del resultado:
Pues no parece que se te diera mal....
ResponderEliminar¿I ke a-s aportado? ¿Lo has pillado?
ResponderEliminarJa, Ja, ja,..... Manu, estás sembrado.....
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